El reciente incremento de casos de COVID-19 en todo el país debido a la variante ómicron ha aumentado el miedo y el estrés en torno a la infección por COVID-19. Estar embarazada en medio de todo esto no hace las cosas más fáciles. Si bien aún no tenemos todas las respuestas en lo que respecta a la variante ómicron y el embarazo, tenemos 5 conclusiones clave para ayudar a informar y proteger a las mujeres embarazadas y a sus bebés.
No sabemos si las infecciones de ómicron son menos graves para las personas embarazadas.
Si bien los primeros datos indican que las infecciones por COVID-19 de ómicron son menos graves en la población de mujeres no embarazadas, aún no tenemos datos que respalden si esta variante es menos peligrosa para las mujeres embarazadas y sus bebés. Los estudios sobre variantes anteriores de COVID-19 han demostrado que las mujeres embarazadas con COVID-19 tienen 22 veces más probabilidades de morir durante el embarazo en comparación con las personas embarazadas no infectadas, y las infecciones por COVID-19 aumentan el riesgo de que el bebé nazca muerto. Hasta que tengamos más datos sobre los efectos de la variante ómicron en el embarazo, es importante tomar precauciones para protegerte y a tu bebé.
Hay pasos que puedes tomar para monitorear y protegerte y proteger a tu bebé.
El primer paso que puedes dar es vacunarte y colocarte el refuerzo contra COVID-19, así como alentar a las personas a las que estás expuesta a que hagan lo mismo (familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.). Se recomienda la vacunación contra COVID-19 para las personas que están embarazadas, que están intentando quedar embarazadas ahora o que podrían quedar embarazadas en el futuro, así como para sus parejas. Casi 200 000 personas embarazadas en los EE. UU. ya han recibido al menos una de las vacunas contra COVID-19. El segundo paso es reemplazar tu mascarilla de inmediato con una mascarilla N95 o equivalente (KN95 o KF94). Las mascarillas de algodón o quirúrgicas no son suficientes para protegerte contra la variante ómicron.
Si te enfermas con COVID-19, asegúrate de:
1) Hacer un esfuerzo por respirar profundamente con regularidad. Ayudará a mantener abiertos los sacos aéreos más pequeños en tus pulmones y prevenir una neumonía.
2) Prestar especial atención a los movimientos y patadas de tu bebé. Llama a tu obstetra si sientes un cambio importante en la actividad normal del feto.
3) Beber mucho líquido.
4) Conseguir un oxímetro de pulso y aprender a usarlo. Llama a tu obstetra si tu saturación de oxígeno es inferior al 95 %.
Si estás embarazada y tienes COVID-19, puedes ser elegible para recibir anticuerpos monoclonales.
Los anticuerpos monoclonales se han utilizado de forma segura durante el embarazo por muchos años para combatir diversas enfermedades. Durante la pandemia de COVID-19, se descubrió que varios tratamientos diferentes con anticuerpos monoclonales eran efectivos para prevenir la progresión a una enfermedad grave. Estos tratamientos están reservados principalmente para pacientes vulnerables y, a partir de mayo de 2021, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) clasificó el embarazo como una «condición de alto riesgo». Algunas personas embarazadas son elegibles para este tratamiento que les salvará la vida, particularmente si existen uno o más factores de riesgo adicionales (obesidad, enfermedad renal crónica, diabetes, enfermedad cardíaca). De los tratamientos con anticuerpos monoclonales disponibles, se ha descubierto que Sotrovimab es el tratamiento más efectivo contra la variante ómicron.
Si contraes COVID-19 (incluso con un caso leve) y estás embarazada, puedes calificar para la terapia de anticuerpos para prevenir una enfermedad grave de COVID-19. Pídele más información a tu obstetra.
Consulta con tu obstetra sobre la seguridad de las píldoras contra COVID-19 recientemente aprobadas.
La FDA aprobó dos píldoras para el tratamiento de infecciones leves a moderadas por COVID-19: Molnupiravir y Paxlovid. Ambas son medicamentos antivirales que se pueden tomar por vía oral pero con formulaciones diferentes. Estas píldoras fueron aprobadas recientemente, en diciembre de 2021. No tenemos muchos datos sobre la seguridad de estos medicamentos durante el embarazo. La Sociedad de Medicina Materno-Fetal (SMFM) apoya el uso de Paxlovid en mujeres embarazadas para el tratamiento de COVID-19 de leve a moderado. Molunupiravir no está aprobada para su uso durante el embarazo. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda hablar con tu obstetra sobre los beneficios y los daños potenciales de los tratamientos si te infectas con COVID-19. Para las personas embarazadas con infecciones graves por COVID-19, se ha demostrado que un medicamento antiviral diferente denominado Remdesivir es seguro durante el embarazo.
Cuida tu salud mental.
El embarazo puede provocar ansiedad incluso sin el estrés adicional de una pandemia mundial. Un estudio amplio realizado antes de la pandemia de COVID-19 concluyó que casi el 10 % de las mujeres embarazadas sufren diversos grados de depresión prenatal. Cuidar tu salud mental, particularmente durante el embarazo, es una prioridad y puede ayudarte a ti y tu bebé. Si te sientes ansiosa o deprimida, consulta a tu obstetra o médico de atención primaria de inmediato para hablar sobre tus inquietudes. Hay muchos tratamientos disponibles, tanto medicamentos como terapia, que son seguros y efectivos durante el embarazo.
Si tienes más preguntas, visita nuestra página web, www.OneVaxTwoLives.com
La Dra. Kristina Adams Waldorf, MD es Profesora de Obstetricia y Ginecología y Profesora Adjunta de Salud Global en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. Es una experta reconocida internacionalmente en cómo las infecciones afectan el embarazo y cómo las vacunas y la terapéutica protegen a la madre y al feto. Es Jefa de la Sección de Estudio de Biología Materno-Fetal y Obstetricia de los Institutos Nacionales de la Salud. Es integrante del Centro de Ciencias Reproductivas y del Centro de Inmunidad Innata y Enfermedades Inmunes. Su subvención proviene de los Institutos Nacionales de la Salud, la campaña March of Dimes, el Fondo Burroughs-Wellcome, el Instituto Canadiense de Investigación en Salud y el Consejo Nacional de Investigación Médica de Australia.
Sara Rutz se graduó de la Universidad de Alaska, Anchorage con una licenciatura en Ciencias Naturales y una especialización en Psicología. Ahora es estudiante de tercer año de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. Antes de comenzar sus estudios médicos, trabajó con poblaciones diversas y desatendidas en entornos de atención al paciente y como especialista en seguros durante 5 años. Participó en estudios sobre cómo mejorar los resultados de los bebés con síndrome de abstinencia neonatal de opioides y mejora de la calidad de la atención obstétrica, y en brindar información actualizada como voluntaria para el Equipo de Vigilancia de Literatura sobre COVID-19. Le apasiona la medicina reproductiva y mejorar el acceso a la atención médica para poblaciones rurales y desatendidas.
Carly Baxter se graduó de la Universidad de Puget Sound con una licenciatura en Ciencias en Biología y una especialización en Estudios Franceses. Ahora es estudiante de segundo año de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. Trabajó con el grupo MaMHA (Acceso a la Salud Mental Materna) coordinado por la Universidad de Washington y el Departamento de Salud del Estado de Washington en un esfuerzo por reducir las tasas de mortalidad materna en el estado. Le apasiona la justicia reproductiva, el acceso equitativo a la atención médica y el voluntariado en su comunidad, en ferias locales de salud.
Isabelle Crary se graduó de Stanford University con una Licenciatura en Biología Humana. Ahora es estudiante de segundo año de Medicina en la Universidad de Washington. Trabajó en estudios sobre la anemia en el embarazo, la prevención y el tratamiento del cáncer de seno y la nutrición de los adolescentes. Le apasiona la atención médica para las personas embarazadas, la justicia reproductiva y la educación nutricional.